Los Asustos del diablo
Era una vez, en una noche, don Jesús trabajaba cuidando una yuquera.
De repente, se le apareció un perro negro pequeño y él no le puso cuidado, pero el perro lo persegía y se iba poniendo más grande y más grande.
Ya don Jesús se dio cuenta y dijo que ese era el diablo y cojió el machete y comenzó a darle machetazos, y cada que le daba machetazos salían murciélagos del perro. Y así se fue desapareciendo el perro.