La Llorona
Entre los cafetales y los yarumos, en las noches de luna llena, se escuchan los gritos de La Llorona, de rostro
cadavérico, cubierta de arápos y brincando entre la lluvia y el sol.
La Llorona alguna vez fue una mujer hermosa, de ojos audaces que enloquecían a los hombres de los pueblos, con su cuerpo de acróbata de placer.
Ahora, desprovista de esplendor, deambula sin sociego por las veredas,atormentada por la culpa del crimen y de los delirios de una madre que cree llevar entre sus brazos a un niño imposible.